El moderno Prometeo
No he visto y no creo que exista una adaptación al cine (o teatro) justa para Frankenstein de Mary Shelley. Novela gótica que te inquieta cuando comprendes que el verdadero terror es el miedo al rechazo humano. Olvidaos de rayos, mayordomos jorobados o criaturas descerebradas. La criatura (nunca recibe nombre en la obra) es un paradigma de inteligencia que nos deleita con este íntimo soliloquio al final de la obra. No intento despertar su simpatía; jamás encontraré comprensión. Cuando primero traté de hallarla, quise compartir el amor por la virtud, el sentimiento de felicidad y ternura que me llenaba el corazón. Pero ahora que esa virtud es tan sólo un recuerdo, y la felicidad y ternura se han convertido en amarga y odiosa desesperación, ¿dónde debo buscar comprensión? Me avengo a sufrir en soledad, mientras duren mis desgracias; y acepto que, cuando muera, el odio y el oprobio acompañen mi recuerdo. Tiempo atrás mi imaginación se colmaba de sueños de virtud, fama y placer...