ARTISTA Y ÉTICA. Un acercamiento a la deontología del artista.

 

ARTISTA Y ÉTICA. Un acercamiento a la deontología del artista.

 

¿Debemos juzgar una obra de arte en base a la vida personal del artista, su conducta o decisiones? ¿Juzgarlo en base a criterios morales? ¿Es nuestra balanza moral fiable para valorar el trabajo profesional de un artista? Todos conocemos personajes mediáticos que nos han decepcionado con declaraciones irreflexivas.  En la actualidad, la comunicación global, agravada por un neoliberalismo desmesurado, nos permite en tiempo real conocer muchos de los secretos más oscuros de nuestros ídolos. Sin embargo, la deontología —parte de la ética que trata de los deberes que rigen una activad profesional— ha sido una cuestión abordada por muchos filósofos a lo largo de la historia.

Charles Bukowski era alcohólico, misógino y violento, cualidades que le permitieron desarrollar toda una corriente literaria; el realismo sucio. Sabiendo que su obra artística es en parte autobiográfica ¿podemos defenestrarla?

En primer lugar, es necesario buscar una definición (breve) de arte, de ética y de moral para una mayor comprensión., pero no podemos definir arte, o intentar hacerlo sería pretencioso. Muchos filósofos han intentado definir lo que es el arte o una obra artística. El filósofo alemán Martin Heidegger, considerado como uno de los  pensadores más relevantes del S. XX intentó definir la obra artística en ensayo “El origen de la obra de arte” (1935-1936). Martin Heidegger era miembro y seguidor activo del partido alemán Nacional Socialista “Nazi”. No obstante, esto no impidió ser una influencia en pensadores contemporáneos como Sartre o Foucault.

Por otro lado, las definiciones de ética y de moral se utilizan, errónea y  continuamente, de forma indistinta y es sencillo caer en dicha falta, no obstante su significado es diferente. La moral (del latín “moralis = referente a las costumbres”) es el conjunto de normas que indican la acción correcta  mientras que la ética sería la reflexión acerca de la moral. De una forma laxa se puede decir que la ética es esencialmente teórica mientras que la moral son las acciones que consideramos buenas o malas en la práctica nuestro día a día.

Pero ni la moral ni la ética son infalibles. Existen distintas corrientes éticas en occidente como el hedonismo,  estoicismo, intelectualismo moral o en la actualidad, una ética acorde con la moral judeocristiana) y otras tantas en oriente como la ética confunciana.

Sócrates fue juzgado y ejecutado bajo las acusaciones de corromper a los jóvenes según la moral del gobierno democrático de Atenas. ¿Imagináis no escuchar las lecciones de Sócrates por el hecho de ser inmorales?

Hasta bien entrado el S. XIX, la sociedad establecía que la mujer estaba supeditada a la voluntad del hombre de la casa y rebelarse contra esta voluntad era un acto de insurrección inmoral. Por suerte, esta norma ha cambiado en la actualidad siendo precisamente inmoral impedir la independencia y el libre pensamiento a la mujer.

Aristóteles dijo sobre la mujer en su “Política”: “...el macho es por naturaleza superior y la hembra inferior; uno gobierna y la otra es gobernada; este principio de necesidad se extiende a toda la humanidad”. A pesar de esta declaración, el alcance de la influencia aristotélica en la actualidad es incuantificable. ¿Deberíamos ignorar toda su filosofía por su pensamiento relacionado con las mujeres?

Víctima de esta moralina fue la escritora Mary Shelley que publicó en 1817 su obra “Frankenstein o el moderno Prometeo” de forma anónima. Por entonces, las costumbres sociales de la época tenían a mal que una mujer escribiera novelas de ficción. ¿Debería ser entonces el artista un ejemplo para la sociedad? De ser así, Mary Shelley no debería haber luchado por el reconocimiento de su autoría y habría caído en el olvido.

Se puede hablar de pensamientos  o conductas inmorales como la homofobia, el racismo o la lujuria pero existe una constante a lo largo de la historia: la misoginia, quizá no como un odio sino como un desprecio y menosprecio relacionado con la mujer. El sistema patriarcal dictaba mediante costumbres las normas morales y establecía que la mujer tenía un sitio muy concreto, lejos de la actividad social, intelectual y laboral, impidiendo así la liberación mediante el empoderamiento.

Octavio Paz que escribió varios tratados sobre ética, prefería que su esposa fuera una mujer abnegada.

Pablo Neruda violó a una empleada doméstica y abandonó a su hija con discapacidad.                                                                                                                           

Mario Vargas Llosa, Premio Nobel,  se casó con su prima cuando ella tenía 15 años.

Juan José Arreola abusó sexualmente de Elena Paniatowska y era un prodigio de las letras mejicanas. 

Coincidiremos a través de una ética universal que todos son actos viles y execrables que merecen ser condenados con el peso de la Ley, pero ¿afecta esto a su obra artística?

El artista, extrapolable a cualquier movimiento artístico; escritura, música, pintura, arquitectura etc.,  debe ofrecer en su obra una intensa experiencia vital. Esta experiencia no está gobernada por criterio estético y la obra de arte no es feudo del esteticismo (entendido como movimiento que busca la belleza).  Desde Madonna hasta Salvador Dalí, pasando por el «feísmo» buscan la provocación activa del espectador.   

El Marqués de Sade fue juzgado por las prácticas sexuales de la aristocracia de la época y  pasó los últimos años de su vida encerrado en un manicomio por las obras que había escrito. Muchas de ellas incluidas en el “Index librorum prohibitorum” (Índice de libros prohibidos) de la Iglesia católica. Entonces si ese conjunto de costumbres que llamamos moral, que de algunas formas están enconadas por las directrices teocráticas de la sociedad, son algo cambiante, ¿podemos juzgar algo bajo estos criterios?

Hasta el S. XIX no quedó abolida la esclavitud en EEUU que a día de hoy sigue enraizada en muchas de las cúpulas de gobierno. El escritor H.P. Lovecraft era marcadamente racista y aunque el gran corpus de su obra no se ve afectada por su ideología, si que dejó algunos poemas donde situaba al hombre negro como una versión involucionada del hombre blanco.

Orson Scott Card pertenece a la iglesias mormona y participa de forma activa (llegó a ser misionero en su juventud), subvencionándola. Se trata de una institución religiosa fundamentalista que toma muy en serio su fe y persigue, entre otros muchos, a los homosexuales. A pesar de parecer un silogismo peligroso, se puede decir que Orson Scott Card es homófobo aunque su obra no contenga proselitismo de ninguna clase.  

Durante los años 60’s cientos de guionistas de cine americano fueron perseguidos por sus ideas relacionadas con el comunismo siendo incluidos en una lista conocida como la lista negra de Hollywood. 

Balthus, pintor expuesto en el Metropolitan de Nueva York, pinta un cuadro sobre una adolescente insinuante. Esto nos resulta controvertido, sin embargo el arte está plagado de desnudos en cualquiera de sus corrientes pictóricas.

Michael Jackson es el artista más relevante de la música y fue acusado de pedofililla y de distintos delitos sexuales. ¿Es inmoral escuchar su música? La pedofilia era moralmente aceptada en algunas ciudades estado de la antigua Grecia apareciendo representada en la Epopeya La Ilíada de Homero a través de Aquiles y Patroclo o en los propios mitos entre Zeus y Ganimedes.

Vladimir Nabokov escribió una obra sobre pedofilia que es considerada a día de hoy un hito de la escritura.

¿Debe ser el artista entonces un ejemplo para la sociedad? Que la sociedad la haya atribuido unilateralmente una labor moralizadora no obliga a que el artista tenga que cargar con esa responsabilidad.

Se puede llegar a la conclusión de que la ética, como el conjunto de normas morales, es algo terriblemente dinámico e impartir juicios en base a normas morales es un acto que debe realizarse con mesura.

Si el artista no realiza un proselitismo directo de su ideología personal (Considerando que está es controvertida) puedes hacer un consumo de su obra sin sufrir cargo de conciencia, dado que la moralidad o inmoralidad de un artista no anula el valor artístico de su obra. Es más, en opinión de este autor, debes destacar dicha obra y conocer al artista y de esa manera obtener una visión de conjunto de su forma de creación.

Si el artista hace proselitismo de su ideología que contradice la ética que marca tu vida, puedes oponerte pero no deberías censurarla o prohibirla.  Si el artista hace un uso de sus ingresos para un uso cuestionable según tus normas morales puedes de nuevo oponerte (y manifestarte) pero no deberías censurar ni prohibir la obra artística. 

A díe de hoy creemos que nuestra moralidad normativa está más cerca de una ética universal y posiblemente así sea (a riesgo de caer, como en la definición de arte, en la más pretenciosa vanidad) pero nada de lo obtenido sería así de no ser por todos los artistas inmorales y de sus obras artísticas.


      La humanidad progresa. Hoy solamente queman mis libros; siglos atrás me hubieran quemado a mí.

Sigmund Freud

 

 

Bibliografía

·         https://www.youtube.com/watch?v=4FxQJ87MAyg

·         https://filodivague.wordpress.com/2016/05/30/la-relacion-entre-el-arte-y-la-etica/

·          http://losartistasdicen.blogspot.com/2010/11/etica-y-arte-contemporaneo.html

 

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